Departamento de LeónLeón es un departamento de Nicaragua. Tiene una extensión territorial de 5,138.03 km²[1] (representando el 4.27% del territorio nacioano) y una población que supera los 374.000 habitantes, siendo uno de los más densamente poblados. Está ubicado al occidente del país, y es uno de los departamentos más productivos.
Limita al norte con los departamentos de Chinandega y Estelí, al sur con el departamento de Managua y al oeste con el Océano Pacífico.
Está organizado administrativamente en 10 municipios, de los cuales la cabecera departamental es la ciudad de León.
Historia El departamento León está ubicado en la región del pacífico de Nicaragua. Su territorio fue ocupado por diferentes tribus indígenas, de las que resaltan Nagrandanos y Maríbios. Sus principales pueblos eran Subtiava e Imabite.
Sus orígenes datan casi desde la colonización de Nicaragua, cuando en 1524 es fundada la ciudad de León en la región de Imabite, contiguo al lago Xolotlán. Su fundador fue Francisco Hernández de Córdoba. No obstante, esta ciudad fue destruida por un terremoto en 1610, situación a la cual se le sumaba la amenaza de erupción del volcán Momotombo y que motivó su abandono para fundar la nueva ciudad de León en su ubicación actual.
Municipios 
1. El Jicaral
2. El Sauce
3. La Paz Centro
4. Larreynaga-Malpaisillo
5. León
6. Nagarote
7. Quezalguaque
8. Achuapa
9. Santa Rosa del Peñón
10. Telica
El departamento de León tiene mucho que ofrecer. Además de la histórica ciudad colonial de León, pueden encontrarse varios pequeños y pintorescos poblados en las costas del pacífico, ideales para actividades de playa y sol; además, una cadena volcánica en la que se puede realizar diversidad de actividades; y también ruinas de un pasado remoto e interesante.
La ciudad de León fue originalmente fundada por el conquistador español Francisco Hernández de Córdoba en el año de 1524, sin embargo, sufrió un destino parecido al de la antigua Pompeya, aunque no tan trágico y destructivo: fue soterrada a partir de 1610 por la actividad volcánica, en este caso del volcán Momotombo. La ciudad fue entonces trasladada por sus asustados pobladores a donde se encuentra en la actualidad.

La nueva León comenzó una floreciente vida productiva y pasó a ser una importante ciudad dentro de los dominios de la Corona española. Esto la hizo atractiva económicamente, y el 21 de agosto de 1685 fue atacada y tomada por una tropa de piratas comandados por el francés William Dampier. Luego de robar, los atacantes huyeron dejando en ruinas la catedral, varias iglesias, edificaciones públicas y casas coloniales.
Antes de que pudieran escapar por mar, los leoneses lograron capturar a los piratas. El francés Dampier era de oficio arquitecto, y sus captores lo encargaron de reconstruir la catedral y otros edificios que él y sus hombres habían destruido.

La catedral simbolizaba el centro de la ciudad, y con esta reconstrucción era ya la cuarta versión del mismo edificio. Sin embargo, el arzobispo Benito de Baltodano consideró esa versión oscura e inadecuada, por lo que mandó a construir una quinta y última versión en 1747. Los trabajos de construcción de la catedral terminaron en 1860 y desde entonces Nicaragua tiene el privilegio de tener la catedral más grande de toda Centroamérica.
Este esplendido edificio tiene en su interior los mausoleos de personajes importantes de la historia, entre estos el célebre y universal poeta nicaragüense Rubén Darío, considerado como el “príncipe de las letras castellanas”.
Desde siempre, la ciudad ha sido una de las más importantes del país, tanto en lo económico como en lo social. Tanto así, que incluso funcionó como capital de la nación varias veces luego de la independencia de la corona española en 1821, alternándose tal título con su eterna rival Granada, hasta que fue nombrada Managua como la única y permanente capital.
Ante que los españoles decidieran moverse a la ciudad de León, en su posición actual, la tribu indígena de Sutiava era el grupo más importante de la zona. Aún después que los españoles se establecieran, no pudieron someter a los Sutiavas.

En la actualidad, el barrio de Sutiava en León todavía preserva su carácter indígena y hay aún algunos sitios históricos que ayudan a no olvidar el pasado. Uno de estos sitios es un árbol de tamarindo que cuando tenía 381 años, se ocupó para asesinar al jefe indígena Adiáct. Con su muerte, los Españoles pudieron subyugar a la tribu. El árbol, conocido como ‘El Tamarindón’ tiene más de 600 años y es muy famoso en este barrio. Asimismo, hay un museo de los Sutiava cerca de la iglesia del mismo nombre.
León aún conserva en su centro la atractiva arquitectura colonial, aprecia

ble en casas, calles, monumentos e iglesias. A lo largo y ancho de toda la ciudad pueden observarse las interesantes iglesias coloniales: La Merced, El Calvario, San Juan, San Francisco, San Juan Bautista de Sutiava y La Recolección.
León también jugó un rol muy importante en acabar con el régimen dictatorial de la familia Somoza en los años de 1970, pues aquí había un movimiento sandinista muy fuerte, emergido sobre todo de los estudiantes de todo el país que llegaban a estudiar a la Universidad de León, una de las primeras en la América Central. Todavía se pueden apreciar algunos museos y monumentos relacionados a este hecho revolucionario.
Otros museos importantes son el de Rubén Darío, quien vivió en León en varios períodos de su vida; el Museo de Leyendas y tradiciones, que grafica los mitos y leyendas de esta zona rica en creencias populares; el museo de la comunidad indígena (Museo Indígena de Sutiava), así como otros museos de artes y ciencia.

Uno de los atractivos de la ciudad durante la Semana Santa, son las bellas y pintorescas alfombras de aserrín elaboradas en el piso frente a las iglesias, sobre todo por los habitantes del antiguo barrio indígena de Sutiava.
León Viejo: un vistazo al pasado
A inicios del siglo XVII, ante la amenaza de erupción del volcán Momotomb

o que atentaba contra la ciudad de León, sus habitantes decidieron dejarla atrás y trasladarse varios kilómetros hacia la zona del poblado indígena de Sutiava, donde reconstruyeron sus casas y edificios.
Esta primera ciudad de León, conocida como León Viejo, permaneció inhabitada desde 1610 y la actividad del Momotombo la cubrió paulatinamente de arena en su totalidad, desapareciéndola del horizonte. Sin embargo, en 1960 una excavación científica logro encontrar los restos de la ciudad, la cual fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.
Este sitio histórico actualmente funciona como un museo al aire libre. Pueden apreciarse, bastante conservados, los restos de las edificaciones que conformaban esta ciudad colonial. Es visible el mausoleo donde se encontraron los restos de su fundador, Francisco Hernández de Córdoba y otros puntos interesantes, que pueden ser recorridos con guías que atienden en el sitio. El panorama desde ahí es también atractivo, pues hay una hermosa vista del volcán Momotombo y del Lago Xolotlán.